El tema que reflexionaremos a continuación, nos ayudará a
tomar mayor conciencia de nuestras
cualidades interiores a la luz de la Palabra, y caer en la cuenta en qué medida
mi condición (talante) vital, está orientado al querer de Dios para mi vida con
un doble movimiento: Los salmos me ayudan a la relación cordial con el Señor,
las palabras de Jesús, no me permiten asentarme en lo afectivo gratificante.
1.-
Resonancias: Oramos
con el Salmo 1.
Es muy bueno recordar siempre, que, para hacer silencio y
poner mi vida ante el Señor, implica una vez más tomar conciencia de que tengo
que escoger. No caben acuerdos entre el
Evangelio y mis intereses egocéntricos.
Quizás, no me sienta indigno, pero hay mil formas sutiles de
vivir en orden y no dejarle a Dios que guíe mi vida.
Cuando se vive de Dios y para Dios importa Él, y se está
abierto a Él día y noche.
Se nota que la relación con Dios es verdad por los frutos de
transformación personal y de conducta en su conjunto. Sensaciones básicas: paz,
consistencia interior, suscitar vida alrededor.
Y con el tiempo: experimentar que merece la pena vivir así,
aunque me implique también arriesgar la vida y tomar decisiones importantes.
2.-
Puntos de meditación: Sal 1; Sal 22; sal 92; Mt 7, 13-27
a)
Nunca
hay que dar por supuesto que nuestra vida marcha según Dios. En cuanto nos
ponemos en su presencia, tenemos que
desprotegernos y pedir espíritu de verdad, (quizás estoy ahora en una
situación que pone en crisis el talante vital con que había vivido hasta ahora.
¿qué me pasa?
b)
Al
orar con los textos bíblicos indicados, percibo la hondura de la experiencia de
fe: confianza en Dios y realismo de la existencia amenazada; certeza de su
cercanía amorosa, necesidad de discernimiento espiritual para no engañarme.
c)
Tomar
conciencia de qué se mueve por dentro cuando oro:
·
¿Evito
las palabras que me producen conflicto?
·
No
me dan soluciones a los problemas que tengo…, pero me renuevan las actitudes
adecuadas ante Dios y ante la vida.
·
¿hay
un punto de luz, que me abre nuevos horizontes en mi talante vital?
d)
¿Qué pediría al Señor como gracia de este
tema?
Al menos dos cosas:
·
Que
me libere de mi autosuficiencia
·
Que
me de su Espíritu de verdad y de confianza.
PROPUESTA
DE ORACIÓN:
Podría tener los siguientes momentos:
A.
Recogé
las luces y sentimientos básicos que se han dado en la oración desde los textos
bíblicos, hacelos tuyos, reposada y responsablemente, sin buscar ninguna
explicación o causa aparente que te
justifiquen…
B.
Entregá esa realidad humana y toda tu vida al Padre
de los cielos; si lo podés hacer confiadamente sin retirar tu mirada, muy bien:
Si te avergonzás o resistís, no pasa nada. Ponelo a sus pies y decile que no
sabés qué hacer con ellos, que te ilumine, que quisieras entregárselos….
C.
Retomá
el Salmo 92 (91), quizás te facilita vivir con el Padre la
actitud de esperanza, sabiendo que estás en buenas manos.
Si no estás a su altura, no pasa
nada. Dejá que tu corazón encuentre una frase corta, que le diga al Señor tu
verdad.