miércoles, 23 de marzo de 2011

VIGILIA DE ORACIÓN ANTES DE LOS VOTOS SIMPLES


“Nacer de nuevo, es nuestro sueño”


AMBIENTACIÓN (La Vigilia se desarrollará dentro de la capilla, todas estaremos fuera, se entrega a cada hermana una vela para encenderla más tarde)
En la capilla pusimos un cacharro con una vela encendida dentro, la Palabra de Dios y la frase: “Nacer de nuevo es nuestro sueño”. Frente al símbolo ubicamos un banquito de oración para la novicia.

MONICIÓN: Lo primero que surge, cuando escuchamos a San Pablo es pensar que ante el Señor somos frágiles, limitadas. Escuchemos con atención la 2ª carta que dirigió a los Corintios:

2 Cor 4,5.7: “No nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús como Señor, y a nosotros como siervos suyos por Jesús...
Pero llevamos este tesoro en recipientes de barro para que aparezca que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no de nosotros...”

TEXTO P. FRANCISCO PALAU  (Tomado de Mis Relaciones pág 843-844)
- Este soliloquio tuvimos a la comunión. Desde entonces mi corazón da voces llamando a su amada que va a mi lado y le dice: “Tú me has dado una señal y una prenda de seguridad de tu amor y de la entrega de ti a mí. ¿Qué te daré yo, pobre que soy, qué te daré? De mi parte ¿cuáles serán las arras de mi entrega a ti? ¿Qué señal pondremos que acredite que yo soy tuyo y te amo, qué te daré, qué te daré?
- No quiero otra cosa más que  tu corazón, y con él tu amor, tu querer y tu voluntad.
- Yo te doy lo que soy, lo que tengo y quiero y cuanto puedo tener. Yo me doy a ti, oh Iglesia santa, en amor, obediencia, castidad y pobreza, en fe y esperanza... y si no te doy más es porque ni soy ni tengo más.


Cantamos “Señor yo quiero” mientras invitamos a la novicia a entrar y  ubicarse en el centro, frente al símbolo. Luego, el resto entra rodeándola y posteriormente todas toman asiento (música suave)

MONICION:
NN , hoy queremos orar por vos, por tu fidelidad e invitarte a formar parte más responsable y comprometidamente del sueño de las CM; el año 2006 fue nuestro último capítulo donde el documento “Nacer de nuevo” habla de un gran anhelo, ser mujeres de fuerte experiencia de Dios

LEEMOS EL TEXTO (Pág. 3)
“En este momento histórico, lleno de incertidumbre y de gracia, queremos acoger la luz del Espíritu que nos guía por caminos de vida nueva, que nos invita a desplegar con creatividad el don vocacional y carismático recibido para vivir, de modo visible y encarnado el don d ela comunión”

Esto surgió  porque en al año 2000, cuando nacía el documento “En las fronteras de la misión” nos sentíamos muy interpeladas por dar respuesta a las necesidades del momento desde nuestro ser misionero:

LEEMOS EL TEXTO (pag 4)
“El Mensaje presenta a las carmelitas misioneras en las fronteras de la misión, al inicio del tercer milenio.
Quiere suscitar el gesto audaz y el compromiso profético de ser mujeres de experiencia de Dios, implicadas en las grandes causas de la humanidad. Expresa la nueva consciencia misionera que se ha generado en la congregación, así como las interpelaciones que nos llegan de la realidad. Nos urge a escuchar el grito de los excluidos y a construir puentes de solidaridad entre los pueblos, razas, culturas y religiones. Desafía la respuesta seria y concreta de cada una de las carmelitas misioneras y la capacidad de hacer el camino juntas para mejor significar el profetismo de la comunión en nuestro mundo...
...Nos parece oír las palabras del padre Fundador como dichas hoy para nosotras: “entro en un campo nuevo y en un mundo nuevo... cuando Dios me llama, nada hay de cuanto se me pone delante...que no lo asalte...”Son una llamada a dejarnos guiar por el Espíritu de Dios. Él nos conducirá por los caminos que le plazca. También la palabra del Papa, al terminar el capítulo, es un reto para nosotras: “Cuanto más se vive de Cristo, tanto mejor se le puede servir en los demás, llegando hasta las avanzadillas de la misión y aceptando los mayores riesgos” (Vida Consagrada 76)

Y en esa ocasión soñamos con 5 fronteras que focalizaran nuestra respuesta como CM
(Mientras se nombra cada frontera 1 hermana deposita un cartel con el nombre de las mismas, en torno al símbolo)

1-      EN LA FRONTERA DE NUESTRO SER MISIONERO
-Hacer nuestra la misión de Jesús, Él renueva el don vocacional y reaviva el dinamismo misionero.
-Ser evangélicamente más audaces, arriesgadas y significativas, en la respuesta al momento histórico que desafía nuestro profetismo.
-Vigorizar la dimensión misionera Ad gentes.

2-      EN LA FRONTERA DE LA ESPIRITUALIDAD ENCARNADA
- Cualificar nuestro ser “mujeres de experiencia de Dios” testigos del misterio.
- Asumir, como misión específica de nuestra identidad, el desafío de promover e irradiar la espiritualidad.
-Releer e inculturar el carisma en diálogo con el Evangelio y la historia.
-Abrirnos al diálogo con las Iglesias cristianas, con otras confesiones religiosas y con los alejados de la iglesia.

3-      EN LA FRONTERA DE LOS POBRES  Y DE LAS NUEVAS POBREZAS.
-Testimoniar una iglesia profética, inserta, servidora, que exprese y haga visible la cercanía y ternura de Dios, su predilección por los marginados.
-Tomar posición del lado de los excluidos y de las nuevas pobrezas en el lugar donde cada carmelita misionera vive y trabaja.
-Asumir un compromiso real de solidaridad que genere actitudes, proyectos e iniciativas para promover la dignidad de la persona y la transformación de la realidad.

4-      EN LA FRONTERA DE LA DIVERSIDAD CULTURAL Y RELIGIOSA
-Ser comunidades constructoras de unidad en la diversidad, signo y testimonio de inculturalidad.
-Fortalecer el sentido de universalidad.
-Avanzar en la inculturación vivida como proceso de encarnación

5-      EN LA FRONTERA DE LOS LAICOS Y LA JUVENTUD.
-Orientar nuestra evangelización como “misión compartida” en un nuevo estilo de relaciones en igualdad y cercanía, sin protagonismo.
-Promover la dignidad de la mujer y su misión en la vida de la sociedad y de la Iglesia.
-Acoger el reto de la juventud y optar por los jóvenes desde todos los ámbitos.
-Empeñarnos en el proceso de consolidación y acompañamiento del Carmelo Misionero Seglar.

Para responder a todo esto es que vimos la urgencia de renovarnos como CM, hacer caso de las palabras de Jesús a Nicodemo, TENEMOS QUE NACER DE NUEVO, VIVIR EN EL ESPÍRITU, NACER DEL AGUA Y DEL ESPÍRITU.
NN, al formar parte de las CM tomás también la responsabilidad de vivir este sueño y para ello queremos invocar la fuerza del Espíritu que mueve y sostiene el caminar de cada una de nosotras.
La Ruah, el soplo de Dios sobre todas nosotras, las que estamos aquí y las que están con el corazón con vos NN. Que el Espíritu Santo nos llene de su fuerza y se cumplan sus promesas.

(Todas van encendiendo la vela)

En silencio vamos a rogar la fuerza del Espíritu Santo sobre NN para que así como lo pedimos para nosotras, ella sea portadora de su luz, sea instrumento de su amor.

(Dejamos un espacio de silencio y entregamos las hojas del canto “Ruah” de Aim Karim)

Seguimos la letra de la canción y nos ponemos de pie, rodeando a la novicia, dejamos que el canto resuene en nuestro corazón...

Terminamos imponiéndole las manos, realizando el gesto de los apóstoles a  los iniciados en el cristianismo. Quien desee puede hacer la oración en voz alta y espontáneamente.

Tomadas de la mano rezamos la oración que Jesús nos enseñó: “Padre nuestro…”

GESTO DE PAZ. Hacemos el gesto que manifiesta el signo de nuestra fraternidad.

FINAL: Cantamos a María  la Salve.