Primer día
Tema: Francisco, un buscador incansable.
Intención del día: Pidamos al Señor que a ejemplo de Francisco, no nos cansemos nunca de buscar su voluntad. Como él lo hizo: con perseverancia, paciencia y sin precipitarse.
Imitemos también las disposiciones interiores y exteriores que le permitieron y ayudaron a buscar la voluntad de Dios: la soledad, el silencio y el desprendimiento de todo aquello que nos aparte de Jesús (Cta. 39)
Imitemos también las disposiciones interiores y exteriores que le permitieron y ayudaron a buscar la voluntad de Dios: la soledad, el silencio y el desprendimiento de todo aquello que nos aparte de Jesús (Cta. 39)
Presentemos al Señor, por medio de él todas las necesidades de la Iglesia , su amada; en especial, todos los “buscadores”: los que buscan la justica y la paz, los que buscan la verdad, los que buscan el sentido a sus vidas…
Iluminación Bíblica:
“Muéstrame, Señor, el camino de tus preceptos y lo seguiré hasta el final. Enséñame a cumplir tu voluntad y a observarla de todo corazón. Encamíname por la senda de tus mandatos porque en ella me deleito. Inclina mi corazón a tus preceptos”... (Sal. 119, 33-36)
Meditación:
“Separado del mundo, retirado en el convento, pregunté por la cosa amada, la busqué. Y ¡quién tal cosa pensara! ¡La buscaba en las austeridades de la vida religiosa, en el ayuno, en el silencio, en la pobreza; la busqué y la encontré…! ¡Vi a mi amada y me uní con ella en fe, en esperanza y amor! Su presencia satisfizo mi pasión y con ella yo era feliz, su belleza me bastaba. Dios y el prójimo, o sea,
Silencio, reflexión personal.
Oración final:
Oración del Centenario
Virgen María, Madre del Carmelo,
queremos agradecer tu compañía
y protección maternal a lo largo
de toda nuestra historia.
queremos agradecer tu compañía
y protección maternal a lo largo
de toda nuestra historia.
Nos viste crecer como familia:
danos un corazón agradecido
por todo lo que Dios nos regala.
danos un corazón agradecido
por todo lo que Dios nos regala.
Danos un corazón orante
para cultivar nuestra vida interior.
para cultivar nuestra vida interior.
Danos un corazón fraterno
para aceptarnos como somos y
amarnos como Jesús nos ama.
para aceptarnos como somos y
amarnos como Jesús nos ama.
Danos un corazón misionero
para comunicar con nuestras
vidas la alegría del evangelio.
para comunicar con nuestras
vidas la alegría del evangelio.
Danos manos abiertas para
ayudar y fortalecer a los demás.
ayudar y fortalecer a los demás.
Que nuestra vida sea un canto
de esperanza, para que juntas
entonemos un himno de alegría
por estos cien años de siembra
generosa en esta tierra.
de esperanza, para que juntas
entonemos un himno de alegría
por estos cien años de siembra
generosa en esta tierra.