domingo, 6 de diciembre de 2009

La Palabra de Dios nos acompaña


2ª Semana de Adviento


Lunes, 7 de diciembre
“Tus pecados están perdonados” (Lc 5,20)
No nos purificamos mirando nuestros pecados, sino mirando al que nos hace buenos. Jesús borra el pecado y comunica libertad y vida para amar. Ofrece tu espacio y tu tiempo al Señor para que pueda transformar tu vida en su vida.

En tus labios se derrama la gracia. En medio de mis noches, Tú actúas silenciosamente en mi corazón.

Martes, 8 de diciembre
LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA
“Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo” (Lc 1,28)

Dios es así: un torrente de alegría, de amor, de presencia. Se alegra de ser Dios para poder darse como Dios. María es testigo privilegiado. Recorre hoy con María estos caminos: de la ausencia a la presencia, del silencio a la alabanza, de la soledad a la compañía.

Que mi vida sea como una flauta que tú llenes de música, Señor.

Miércoles, 9 de diciembre
“Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré” (Mt 11,28)

¿Quién se atreve hoy a decir estas palabras de Jesús? ¿Quién tiene tanta gratuidad en la mochila como para acoger el cansancio y el agobio y responder con la ternura que alivia? ¿Quién está dispuesto a unir a otros sus manos y su voz para formar una red solidaria que proclame desde toda cumbre de la tierra estas palabras de Jesús?

“La espiritualidad de la comunión significa capacidad de sentir al hermano de fe como uno que me pertenece, para saber compartir sus alegrías y sus sufrimientos, para intuir sus deseos y atender a sus necesidades, para ofrecerle una verdadera y profunda amistad” (NMI 43).

Jueves, 10 de diciembre
“El más pequeño en el reino de los cielos es más grande que Juan el Bautista” (Mt 11,11)
Dios es gratuito. ¿Será por eso que cuesta tanto entenderlo? Intenta vivir hoy gratuitamente y serás la cara humana de Dios, serás el pobre que ama a los pobres.

Si acepto tu mirada me dejas vestido de tu gracia. Si acojo tu amor me brota la alabanza en los adentros.

Viernes, 11 de diciembre
“Hemos tocado la flauta y no habéis bailado” (Mt 11,17)
¡Qué triste y duro reproche el de Jesús! ¿Cómo es que está seco el desierto, si lo han atravesado torrentes de vida y de alegría? Si hoy escuchas la música callada, prestas atención a las melodías profundas y te enteras de la fiesta de Dios, llenarás del perfume del servicio y de la comunión toda la casa.

Algún día vendrás, Espíritu del gozo, como viento fuerte, me pondrás en mi sitio y yo danzaré para ti.

Sábado, 12 de diciembre
“No lo reconocieron, sino que lo trataron a su antojo” (Mt 17,12)
¡Qué dolor cuando un ser humano pisoteado, orillado, violentado, ninguneado? ¡Qué oscuridad, del hombre y de Dios! Aporta tu granito de arena en alguna de las mil tareas que el Espíritu hace surgir cada día a favor de la dignidad del ser humano.

¡Qué abajo te colocas para levantar a los abajados! ¡Qué grande es tu amor, Señor! ¡Qué novedad y verdad aportas a la vida!