Primer Día:
“En búsqueda de la verdad”
Canto: “Morir en Septiembre”
Meditamos:
“Lo que no estaba en mi proyecto, se
encontraba en los proyectos de Dios. Y mientras más a menudo se me presentan
tales acontecimientos, mas viva se hace a mi la convicción de que no exista el
azar, visto de la parte de Dios, que toda mi vida, hasta en sus menores
detalles esta prevista en el plan de la providencia divina…” (Edith Stein,0cd)
Texto
de iluminación: (Juan 4, 1-42)
Momento
de Silencio.
“Quien busca la verdad, consciente o
inconscientemente, busca a Dios” (E.Stein,ocd)
Pregunta
¿Cuáles
son las búsquedas de mi vida? ¿Me llevan a reconocer en mi historia mi verdad y
el obrar de Dios?
Oramos: Pidamos al Señor por todas
las mujeres del mundo, que buscan la paz y el Amor en sus vidas. A raíz de la
discriminación de la sociedad o la opresión que viven a influencia del hombre,
para que descubran en Cristo, su valor y dignidad como persona humana, y
encuentren la fortaleza necesaria para luchar por su verdad y al mismo tiempo
darse a los demás.
Padre
nuestro, Ave Maria y Gloria.
Segundo Día:
“El encuentro con la verdad y el Amor”
Canto: “Quiero decir que sí”
La vida de Dios es Amor: Amor
desbordante, sin límites y que se da libremente; amor que se inclina
misericordioso hacia toda necesidad, amor que sana al enfermo y resucita lo que
estaba muerto, amor que protege, defiende, alimenta, enseña y forma; Amor que
llora con los que lloran y se alegra con los que están alegres, dispuesto a servir
a todos para que lleguen a ser lo que el padre quiere; en una palabra, el Amor
del corazón divino. Darse a sí misma con este amor; llegar a ser propiedad,
este es el deseo mas profundo del corazón femenino.( Sta Edith Stein, ocd)
Texto
de iluminación: Ester (4, 16- 17)
Momento
de silencio
“La
Iglesia es una entidad y un ser real, como lo es la Virgen María…y una mujer”.
F. Palau
Preguntas:
¿Soy
conciente del llamado que me hace Cristo cada día a responder por mis
hermanas/os que callan ante las injusticias sociales y son victimas de las
mismas?
Oramos: Pedimos al Señor por todas
las mujeres que silenciosamente trabajan y dan su vida por el bien común, por
aquellas que luchan por la verdad y la justicia y ayudan a tantos a ser mejores
en el mundo.
Padre
nuestro, Ave Maria y Gloria.
Tercer Día:
“Amar hasta que duela”
Canto: “Amando hasta el extremo”
Para los cristianos no existen hombres
extraños. Nuestro prójimo es todo aquel que tenemos ante nosotros y que tiene
necesidad de nosotros, y es indiferente que sea nuestro pariente o no, que nos
caiga bien o nos disguste, o de que sea moralmente digno o no de ayuda. El amor
de Cristo no conoce límites, no se cansa nunca y no se asusta ante la suciedad
o la miseria. Cristo vino para los pecadores y no para los justos. Y si el amor
de Cristo vive en nosotros, entonces actuaremos como él. E iremos en busca de
las ovejas perdidas. (Sta. Edith Stein,ocd)
Texto
de iluminación: (Juan 8, 1-11).
Momento
de silencio
Yo quiero
amar lo que en mí y en mis prójimos, y en las cosas que están a mi uso y
servicio, Dios ama. Lo que Dios ama, yo Amo. (F. Palau)
Reflexión:
Jesús
en la vida de Edith Stein también nos
invita a unirnos a ella en su búsqueda de la verdad y su lucha que tuvo que
pasar por ser mujer y defender aquella fe que trasformó su vida. Ella no fue
indiferente al sufrimiento de su gente, al contrario se ofreció a si misma,
hasta dar su vida, ella fue voluntariamente a la muerte impulsada por el amor a
Cristo y sus hermanos, un amor que se había purificado y ahondado en el dolor.
Así lo revelan también sus palabras las ultimas que se recuerdan dirigidas a su
hermana Rosa: “vayamos por nuestro pueblo” era la prueba mas grande del Amor,
en palabras de Jesus: “No hay amor mas grande que el que da la vida por sus
amigos.”
Preguntas:
¿Con
qué ojos me invita a mirar Jesus a mis hermanos?
¿Estoy dispuesta a dar mi vida
cada día más por todos los que sufren y son excluidos en la sociedad?
¿Que
me falta aun para crecer en mi compromiso de Amor?
Pidamos
la gracia al Señor para ser perseverantes como María y como tantas mujeres que
a lo largo de la historia se han confiado y entregado plenamente a la voluntad
del Padre y optaron sacrificarse, dándose al mundo por amor. Y por la intercesión
de Edith Stein pidamos que nos ayude a luchar hasta el final con valentía y
entrega generosa a causa del reino ayudando a defender a nuestros prójimos.
Padre
nuestro, Ave Maria y Gloria.