Símbolos: Imagen de la Virgen de Luján, bandera argentina, una vasija
con tierra, una carreta.
Frase: “MARÍA DE LUJÁN, MADRE DEL PUEBLO ARGENTINO”.
Ambientación: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo.
Con un corazón agradecido, celebramos el don de la Virgen de Luján, patrona de
nuestro pueblo argentino. Ya que el Señor, el Dios altísimo, la ha bendecido
más que a todas las mujeres de la tierra.
(Mientras se canta,
entra la imagen de la Virgen
y la colocan en un lugar destacado, con flores y velas también la carreta o
algo que la simbolice)
Canto: Hoy te quiero cantar
Hoy te quiero cantar, hoy te quiero rezar, Madre mía
del cielo. Sí en mi alma hay dolor, busco apoyo en tu amor, y hallo en ti mi
consuelo.
Hoy te quiero cantar, hoy te quiero rezar, mi plegaria
es canción. Yo te quiero ofrecer lo más
bello y mejor, que hay en mi corazón. (bis)
Porque tienes a Dios, porque tienes a Dios, Madre todo
lo puedes, soy tu hijo también, soy tu hijo también, y por eso me quieres.
Dios te quiso elegir, Dios te quiso elegir, como
puente y camino, que une al hombre con Dios, que une al hombre con Dios, en
abrazo divino.
(Música suave de
fondo)
La sabiduría Divina se valió de la sencillez de un
humilde esclavo llamado Manuel, para propagar las maravillas de nuestra Madre
de Luján, que quiso quedarse en nuestras tierras, mostrando claramente su
voluntad, ella buscó en Manuel a su amado servidor, que se caracterizaba por
ser trabajador, alegre y bueno.
(Presentamos una
vasija con tierra y la bandera).
Virgencita de Luján, andadora de caminos,
Danos la humildad del negrito Manuel,
Danos honestidad en nuestros corazones,
Y sinceridad en nuestras acciones.
Ayúdanos a reconocerte en nuestro origen,
Como verdadera Madre de esta Nación,
Bajo tu manto, que es nuestra bandera.
(Esta reflexión se
puede realizar para toda la asamblea o
separar en grupo para interiorizarla y compartir)
Queremos anunciar que María de Luján es nuestra Madre,
que ella está con nosotros en el camino de la vida, nos cuida, nos guía y
acompaña nuestro peregrinar.
Con confianza le pedimos a ella que nos enseñe a
interiorizar la Palabra
de Dios en nuestras vidas. (se puede dar las citas bíblicas
a los distintos grupos, para compartir, y se les entrega unas tarjetitas en
blanco o con la imagen de la
Virgen , para escribir)
-“Se turbó, preguntándose que podría ser este saludo”.
(Lc 1,29); prudentísima porque turbada calló, porque obedeció; porque creyó y
supo entregarse como esclava de Dios.
¡Que modelo para nuestra locuacidad, nuestra poca fe y
nuestro orgullo! “Las vírgenes prudentes llenaron sus lámparas de aceite” (Mt
25,4). María la llenó con fe. “Feliz porque has creído”. La llenó con amor. “Mi
amado es mío y yo soy suya” (Cantar de los Cantares 2,16).La llenó de esperanza
“Guardaba todas las palabras de Jesús en su corazón” (Lc 2,51).
(Después de
compartir, escriben en la tarjeta una petición a la Virgen , mientras se canta,
la dejan dentro de la carreta, que es el signo que la Virgen utilizó para
quedarse con nosotros: “He elegido y santificado este lugar, para que en él
permanezca mi nombre para siempre y estén fijos en él mis ojos y mi corazón”)
Santa María de Luján, madre del pueblo argentino, nos
unimos a Ti para alabar la grandeza de Dios, con el Magnificat, (puede ser rezado
o cantado).
Luego con música de fondo, espontáneamente invitamos
hacer resonancia del magnificat.
Oración final:
Oh Virgen de Luján
Que señalas el camino de nuestra peregrinación.
Haz que la prudencia de tu corazón la cultivemos
también hoy,
Para que nuestras lámparas se aviven con una
ardiente fe y esperanza
Y el aceite del amor, como verdaderos templos de Dios.
Amén
Canto final: A la Virgen de Luján