INTRODUCCIÓN:
San José, llamado a ser custodio del Hijo de Dios, es figura
paternal en la iglesia y en cada familia cristiana.
No
podemos dejar de lado su maravillosa participación en el misterio de la
Redención. La misión encomendada, no ha sido un llamado fácil de emprender,
pero por su gran entrega, dio todo de él para cumplir fielmente la voluntad del
Padre.
Compartimos con alegría este
breve triduo que nos presenta la confianza, el servicio y la disponibilidad de
este sato varón que no deja de escuchar a quienes se encomiendan a su cuidado.
Valoremos en esta reflexión el
encontrar su identidad en el ámbito del designio, que tiene su fundamento en el
Misterio de la Encarnación.
Tres aspectos hemos de tener en cuenta, en la figura de San
José, y son para nuestros días, un signo importante para vivir la fe, la
esperanza y el amor.
ORACIÓN A SAN
JOSÉ
Glorioso San José,
casto esposo de la Virgen María; intercede para obtenerme el don de la
pureza.
Tú que a pesar de tus inseguridades personales, supiste
aceptar dócilmente el Plan de Dios tan pronto
supiste de él, ayúdame a tener
esa misma actitud para responder siempre y en todo lugar a lo que el Señor me
pida.
Varón prudente, que no te apegas a las seguridades humanas,
sino que siempre estuviste abierto a responder a lo inesperado, obtenme el
auxilio del divino Espíritu para que viva yo también en prudente desasimiento
de las seguridades terrenales.
Modelo de celo, de trabajo constante, de fidelidad
silenciosa, de paternal solicitud, obtenme esas bendiciones para que pueda
crecer cada día más en ellas y así asemejarme, día a día, al modelo de la plena
humanidad: que es nuestro Señor Jesús.
Amén
Día 1°.
“El Llamado”
Y fue Dios quien amó a José y lo predestinó a vivir cerca de
Jesús y de María, en el silencio y la discreción de una vida; quien permitió momentos de
incertidumbre ante el misterio divino.
(Mt. 1, 20ss)
Encontramos aquí el
núcleo central de estas verdades bíblicas sobre San José, el momento de su existencia, y el llamado que
Dios le hacía.
A ti te pedía la
perfecta virginidad en la que te constituía “padre del Redentor”, internándote
en un apacible silencio. Te abandonabas a su providencia dejando todas tus
seguridades y abordando un santo desprendimiento. Te encontrabas ante un hecho
humanamente inexplicable, real ante tu mirada, pero oscuro al pensamiento.
Dios te hablo en
lo más íntimo de tu alma, dejándote paz y tranquilidad.
Momento de
reflexión. Música instrumental.
Peticiones. (Se puede agregar otras)
• Te pedimos
glorioso San José, que nos ayudes a experimentar el silencio y el abandono de
la misma manera en que vos te entregaste al servicio de Dios confiando en su
providencia.
• Te pedimos
que nos enseñes a vivir en constante amor para con Jesús y María, quienes
sintieron tu protección.
• Alcánzanos
la gracia de ser verdaderos observadores de las leyes divinas para poder
cumplirlas fielmente.
• Pide por
nosotros una auténtica vida cristiana cimentada en el ejercicio de las
virtudes.
Pensamiento y
testimonio de Santa Teresa de Jesús.
“Nunca fui amiga de otras devociones y tomé por abogado y
señor al glorioso San José y me encomendé mucho a él. Y pude ver cómo de esta necesidad y de muchas
otras me saco con bien del que yo le sabia pedir”
Padre Nuestro… Ave
María… Gloria.
Oración
¡Oh Dios, que con inefable providencia te dignaste elegir a
San José para esposo
de tu Ssma. Madre, te rogamos nos concedas tenerle como protector aquí en la
tierra!
Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.
Amén.
Día 2°
“José: el varón
justo”
“Y fue Dios quien te abrió las puertas del corazón para
aceptar a Dios, y aprovechar su paso por tu vida. Durante su vida, José
permaneció fiel al llamado de Dios hasta el final”.
“José, como era varón justo y no quería ponerla en
evidencia, resolvió repudiarla en secreto… Despertado José del sueño, hizo como
el Ángel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer."
(Mt. 1, 19-20, 24).
San José es
llamado el "Santo del silencio" No conocemos palabras expresadas por
él, tan solo conocemos sus obras, sus actos
de fe, amor y de protección como padre responsable del bienestar de
María su esposa y de su Hijo. José fue "santo" desde antes de los
desposorios. Un "escogido" de Dios.
Desde el
principio recibió la gracia de discernir los mandatos del Señor.
Experimento en
su vida la suave mirada del Padre celestial, que lo bendecía y auxiliaba en su
delicada misión. El silencio que brotaba de tu corazón, te dejaba en profunda
adoración: Eras para Cristo, la sombra luminosa de su Padre celestial.”
Momento de
reflexión. Música instrumental.
Peticiones. (Se puede
agregar otras)
• Te pedimos
glorioso San José que nos alcances de Dios la gracia de poder valorar los
bienes recibidos y defender la posesión de Cristo nuestro Señor.
• Te pedimos
que nuestros hogares sean fiel reflejo de la familia que Dios te encomendó.
• Que podamos
actuar y cumplir con fiel disposición la misión que Dios. nos tiene preparada.
• Que nuestra
vida sea semejante a la tuya, practicando las virtudes con que Dios te ha
dotado.
Pensamiento y
testimonio de Santa Teresa de Jesús.
“…es cosa que espanta las grandes mercedes que me ha hecho
Dios por medio de este bienaventurado santo... y que quiere el Señor darnos a
entender, que así como le estuvo sujeto en la tierra (que como tenía nombre
de padre siendo ayo) así en el cielo
hace cuanto le pide”
Padre Nuestro… Ave
María… Gloria.
Oración
¡Oh Dios, que con inefable providencia te dignaste elegir a
San José para esposo
de tu Ssma. Madre, te rogamos nos concedas tenerle como protector aquí en la
tierra!
Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.
Amén.
Día 3°
“Primado de la vida
interior”
José se encuentra envuelto, por el mismo clima de silencio,
en una constante y profunda contemplación del misterio de Dios. Un silencio que
deja al descubierto su perfil interior.
El sacrificio total que José hizo de toda su existencia a
las exigencias de la venida del Mesías a su propia casa, a su vida, encuentra
una razón adecuada en su insondable vida interior, de donde surgen la lógica y
la fortaleza propias de las almas sencillas y limpias para las grandes
decisiones.
Esta sumisión a
Dios, que es su entera disponibilidad de ánimo para dedicarse a las cosas que se refieren a su servicio, no
es otra cosa que el ejercicio de la devoción.
La comunión de
vida entre José y Jesús, nos lleva a considerar el misterio de la encarnación
bajo el aspecto de la “Humanidad” de Cristo, instrumento eficaz de la divinidad
en orden a la santificación de los hombres.
Puesto que el
amor paterno de San José no puede dejar de influir en el amor filial de Jesús.
Así, las almas sensibles a los impulsos del amor divino, ven con razón en San
José, un claro ejemplo de Vida interior.
Momento de
reflexión. Música instrumental.
Peticiones. (Se puede
agregar otras)
• Te pedimos
glorioso San José que seamos verdaderos contempladores del misterio de Dios,
para vivir en continuo discernimiento de entrega y servicio.
• Te pedimos
que nos acerques de Dios, la gracia de estar e constate búsqueda de Dios, para
conocer sus designios.
• Que
aprendamos tu lección y la pongamos en
práctica a fin de sentirnos verdaderos colaboradores del Padre.
• Alcánzanos
la gracia de ser para nuestros hermanos manifestación de la bondad que Dios nos
regala por medio de sus Santos.
Pensamiento y testimonio de Santa Teresa de Jesús.
“No he conocido de veras persona que sea devota que no la
vea más aprovechada en virtud; porque aprovecha
en gran manera a las almas que a él se encomiendan… en especial personas
de oración le había de ser aficionadas. Quien no hallare maestro que le enseñe
oración, tome este glorioso santo por maestro y no errará en el camino”
Padre Nuestro… Ave
María… Gloria.
Oración
¡Oh Dios, que con inefable providencia te dignaste elegir a
San José para esposo
de tu Ssma. Madre, te rogamos nos concedas tenerle como protector aquí en la
tierra!
Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.
Amén.