miércoles, 8 de diciembre de 2010

Sexto día


Oración preparatoria:

“Señor, llama de amor ardiente,
tú que enseñaste secretamente tus misterios
a San Juan de la Cruz, permítenos que su ejemplo
e intercesión alimenten nuestro camino de oración,
y concédenos la gracia de servirte con fidelidad,
a través de todos nuestros pensamientos,
palabras y acciones”. Amén.

San Juan de la Cruz nos dice…

“… Aunque un alma tenga altísimas noticias de Dios y contemplación, y conociere todos los misterios, si no tiene amor, no le hace nada al caso, como dice san Pablo: Tened esta caridad que es vínculo de la perfección. Esta caridad y amor del alma hace venir al Esposo corriendo a beber de esta fuente de amor de su Esposa, como las aguas frescas hacen venir al ciervo sediento y llagado a tomar refrigerio”. 

Iluminación: (1Cor. 13, 1-2)

“Aunque yo no hablara todas las lenguas de los hombres y de las de los ángeles, si no tengo amor soy como una campana que resuena o un platillo estruendoso.
Aunque tuviera el don de profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera una fe como para mover montañas, si no tengo amor, no soy nada”

Silencio, oración personal.
Rezamos: Padre Nuestro; Ave María; Gloria…

Oración final:

“Señor, Dios nuestro, que hiciste de San Juan de la Cruz, nuestro padre, un modelo de abnegación evangélica y un perfecto amador de Cristo crucificado, concédenos que, siguiendo su ejemplo y su doctrina, lleguemos hasta la contemplación eterna de tu gloria”. Amén