jueves, 22 de abril de 2010

VIGILIA DE ORACION VOCACIONAL


Te proponemos llevar adelante esta vigilia con una duración de tres o cuatro horas de encuentro, reflexión, y oración.

1- INICIO:
- Llegada
- Cantos de ambientación. “dinámicos”.

A medida que van llegando los jóvenes se les coloca un cartel con el nombre de un animal ( ó estrofa de canción, 8 colores diferentes, para la división de grupos)


Dinámica de presentación: dos rondas una adentro y otra afuera, un circulo gira para un lado y el otro en sentido inverso. Se coloca una música, danzar al ritmo y al cortar la música, giro y me presento con el que tengo enfrente.

2- TRABAJO GRUPAL: Ponemos en un afiche las palabras VOCACION y MISION, Con la metodología de lluvia de ideas, se invita a los jóvenes a que vayan diciendo que son para ellos estas dos palabras. Luego entre todos armamos las definiciones


a. División por grupos: se van a reunir haciendo el sonido del animal que tenia escrito en el papel de color (o cantando la canción que les tocó)

b. Una vez divididos en 8 grupos: a cada grupo se le dará un papel con diferentes llamados de la Biblia, junto con el testimonio de nuestras hermanas. Consignas: leer en la Biblia el llamado que les tocó y representarlo. Leer el testimonio Luego responder:
 ¿que les llamo la atención de este llamado?
 ¿Que misión le encomendó el Señor?
 ¿Cómo relacionan el llamado de la Biblia con el testimonio de las Carmelitas Misioneras?

c. Plenario. Cada grupo comparte sus representaciones y respuestas a las preguntas. Luego vuelven al trabajo en grupos responder: ¿Que tienen en común estos llamados? ¿Qué tienen de similitud con nosotros los jóvenes?


Llamados: Abraham (Gn 12,1-3) Moisés (Ex3,1-12) Jeremías (1,4-10)
Isaías (6,1-8) Samuel (1Sam 3,1-10) María (Lc 1,26-38)
Pedro (Lc 5,1-11) Pablo (Hch 9,1-22)


“El salto del atlántico. Argentina primicia de América”.A los cincuenta años de existencia las Carmelitas Misioneras rompían amarras para lanzarse a nuevas aventuras evangelizadoras. El salto del Atlántico significaba un paso cualitativo de trascendental importancia de cara al futuro. Las responsables se enfrentaban a una decisión histórica.
No se trataba de una fundación más, a la que podían destinarse muchas hermanas sin correr riesgos especiales. La selección para un caso tan excepcional hubo de ser muy cuidada. El Consejo general buscó, sin duda, personal de plena garantía. Al frente de la expedición al Nuevo Mundo está la hermana Ursula Monastirol; su permanencia en Argentina fue breve, pero correspondió a los años heroicos de los comienzos. Antes de regresar a España, elegida superiora general en 1918, dejaba bien cimentado el Instituto en tierras argentinas. Si la obra se llevó a cabo, sin especiales contratiempos, se debió a la talla humana y religiosa de las hermanas que colaboraron con ella desde el primer momento. Todas las que viajaron en 1910 estaban bien preparadas para la tarea que se les encomendaba. Se trataba de hermanas experimentadas en la vida religiosa y profesional. Todas ellas ofrecían las mejores garantías y en ellas se confiaba plenamente.
Cada una de las fundadoras que viajaba a Argentina, vivía en una comunidad diferente. Fueron convocadas a la Casa Madre con la suficiente antelación para preparar el ánimo y sus papeles de embarque. Cuenta la crónica: “Reunidas todas en la Casa Madre, y propuesto que les hubo la Reverendísima Madre General el motivo de su llamado, todas con entereza varonil y con ánimo de apóstol, contestaron a la vez que estaban dispuestas a cumplir la voluntad de Dios en cosa que podían darle tanta gloria ganándole infinidad de almas, añadiendo que, aunque les costase dar la vida, lo harían gustosas por amor de Dios y bien del prójimo”
Cuando todo estuvo a punto – pasaportes, equipaje, pasaje y demás – se preparó en la Casa Madre la despedida que el caso reclamaba. No se había pensado hasta entonces otra ocasión comparable. Se inauguraban escenas que se repetirían con frecuencia en años sucesivos. No hubo necesidad de grandes planes. En tales circunstancias tiene mayor efectividad la improvisación que cualquier preparativo minuciosamente cuidado. Es la hora del sentimiento, no de la razón. Basta para comprobarlo el relato de la crónica. Narra así la jornada del 4 de agosto de 1910, fecha fijada para la despedida y para la salida de Barcelona con rumbo a la Argentina.

Así comenzaba esta historia en el atlántico de las seis Carmelitas que se lanzaban a la gloriosa aventura de llevar su mensaje y su testimonio evangélico y Palautiano a tierras de América.

…Después de tantos días de cabalgar sobre las olas y de soñar con la llegada a tierra firme las últimas horas de viaje se hacían interminables. La llegada a Buenos Aires se producía a las 12 de la noche del día 24 de agosto. Comenzaba la gran aventura de inaugurar la presencia del Carmelo Misionero en América, concretamente en Argentina. El privilegio le tocaba a Villa Mercedes (Provincia de San Luis). Allí llegaban las seis animosas fundadoras el día 26 de agosto de 1910 a las 5,30 de la mañana. Amanecía el día, alboreaba un porvenir cargado de sorpresas.
Ni ellas, ni nadie podía sentirse ajeno a la realidad, pero sus afanes y sus preocupaciones tenían una orientación bien precisa, al margen de las contingencias de cada momento. Venían a trabajar por los hermanos, entrañables miembros de la Iglesia. Su misión era atender a los necesitados. En el fondo, hacer Iglesia, en la línea marcada por el fundador. El campo apostólico abierto a sus inquietudes apostólicas era inmenso. La mies mucha….

(Carmelitas Misioneras. Historia. Tomo II. Cap. VII, Pág.479 y ss.
)

3- Presentamos la vocación misionera: responsabilidad de todo bautizado. A partir de ésto presentamos las diferentes vocaciones: vocación religiosa. Matrimonio, Sacerdocio, Laico misionero, misionero ad-gentes y Consagrado secular.


4- TRABAJO PERSONAL: se les invita a buscar un lugar para la reflexión personal.
 ¿Con cuál de los llamados me identifico? - ¿Por qué?

Teniendo en cuenta las distintas vocaciones pero sobre todo escuchando la voz de Dios que habla en lo profundo del corazón, me pregunto:
 ¿ A qué me siento llamado?
 ¿A qué me invita el Señor hoy?
 ¿Qué me pide?
 ¿De qué manera concreta le puedo responder?

5- ORACIÓN frente al Santísimo: Al entrar a la capilla a cada joven se le dará un papel con forma de: sandalia o morralcito para que escriban su compromiso
Cantos vocacionales, y orientamos la meditación con lectura texto palautiano. (cada comunidad puede elegir el que crea conveniente de acuerdo a su realidad)
Te proponemos:

"¡Iglesia santa! 20 años hacía que te buscaba: te buscaba y no te conocía, porque tu te ocultabas bajo las sombras oscuras del enigma, de las metáforas, y no podía yo verte sino bajo las especies de un ser para mí incomprensible: así te miraba y así te amaba. Eres tú, “¡Oh Iglesia Santa, mi cosa amada! Eres tú el objeto único de mis amores. ¡Ah! Puesto que tantos años hacia que yo penaba por ti ¿Por qué te cubrías y escondías a mi vista?. ¡Oh, que dicha la mía! ¡Ya te he encontrado!.....
….¡Oh Iglesia! Te amo, tu lo sabes: mi vida es lo menos que puedo ofrecerte en correspondencia a tu amor. La pasión del amor que me devora hallara en ti su pábulo porque eres tan bella como Dios, eres infinitamente amable. Mi corazón fue creado para amarte, ahí lo tienes, tuyo es, te ama. (Rel 1)


Canto: "El corazón se llena de lo que ama”

Luego de un momento de silencio, y con algún canto motivador, (“ Esto que soy, eso te doy”, Jesús mi alegría”, etc) vamos a ir presentando al Señor nuestro signo, y nuestro compromiso.

Leemos el Evangelio de Mt 28, 18-20 u otro a elección.


Si hay sacerdote le pedimos el gesto del envío misionero.


Canto final.