ORACIÓN
INICIAL
CANTO U ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
INTRODUCCIÓN O REFLEXIÓN SOBRE SAN JOSÉ
Se celebra hoy una
fiesta solemne para la cristiandad la fiesta del patriarca San José. Se lo
llama el hombre de la obediencia, del silencio, el más oculto de los santos, su
vida está escondida en Dios. Su vida es, así, un sagrado misterio de comunión y
participación en el plan de Dios.
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A José, el hombre mirado por Dios con
amor, le va naciendo por dentro un amor nuevo, regenerado por el Espíritu
Santo, amor que le pone al servicio de
la Buena Noticia de la Salvación (Mt 1,24; 2,15.22).
·
Siempre hace lo que Dios le manda. Su corazón siempre está disponible para
la acogida, para el envío, para la ofrenda.
·
De su interior silencioso y fecundo
brotaba el callado amor gratuito expresado en mil gestos de servicio:
El servicio de la compasión viviendo con María y con Jesús los avatares de la vida y
del momento histórico: el empadronamiento en Belén, la emigración a Egipto, el
temor al gobierno de Arquelao en Judea, el regreso a Nazaret, la pérdida del
hijo en Jerusalén.
El servicio de la paciencia silenciosa, que mantiene el oído abierto y atento a
Dios que siempre le hablaba en sueños, y en la noche; Un ángel le confirma, en
sueños, la divina maternidad de su esposa, y recibe el encargo de asumir la
paternidad del hijo, generado por obra del Espíritu Santo.
El servicio de la ternura cuidando y atendiendo a María y velando el misterio de la
Vida que se estaba alumbrando.
El servicio de la contemplación recibiendo a María, con delicadeza, acompañándola con
fortaleza,
amándola con amor virginal.
El servicio de la mirada nueva, dejándose sorprender por Jesús, que crecía como cualquier
niño de Nazaret, y que iba expresando su estilo original de actuar ocupándose
de las cosas de su Padre.
El servicio de la espera confiada en el Plan del Padre, la llegada del Reino de Dios.
El servicio de la misericordia gratuita reflejada en tantos gestos de cuidado
cariñoso, protección cálida, respeto ausente de interés o de medida.
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LA PALABRA (Mt. 1, 16.18 – 21.24 a)
REFLEXION
DE LA PALABRA
Celebramos hoy la
solemnidad de San José, esposo de la Virgen María y la Iglesia nos recuerda el
Evangelio en el que José recibe el encargo de poner el nombre a Jesús. Eso solo
lo hacía el padre en aquella época. Dios a través del ángel le había ordenado esa
tarea y José obedeció y lo hizo. Tengamos presente nosotras como consagradas
que obedecer no es menospreciarse, obedecer es un gesto extraordinario de
grandeza y de humildad. José nuestro modelo de vida, obedece a Dios. ¿Hacemos
nosotros lo mismo? Meditemos sinceramente y esmerémonos en corregir lo que
fuera oportuno. Obedecer a Dios nos hace libres, porque nos acerca a la verdad
y nos procura una vida santa. No lo dudemos y tomemos la decisión: obedezcamos
siempre a Dios y habrá felicidad y paz y salud en nuestras vidas.
ORA Y COMPARTE:
·
Recuerda tu historia de amor y da
gracias a Dios por ella
·
¿Has tomado conciencia de tu vocación de
servicio en la Iglesia?
MUSICA
INSTRUMENTAL
Dejar momentos de
silencio para interiorizar lo reflexionado y compartido en comunidad.
MOMENTO
ORANTE
- José necesita ayuda.
Es humilde y humano al aceptar la ayuda del ángel del Señor. También Natán
ayuda a David y Pablo a la comunidad de Roma. Necesitamos ayuda para entender
las obras del Espíritu, lo que viene del Espíritu. Pidamos al Espíritu nos dé a
nosotras la suficiente humildad para dejarnos ayudar.
- No es el cumplimiento
lo que da fecundidad a la vida, sino la fe en Dios. Llamados a la experiencia
de Dios, no a hacer cosas. Pidamos a Dios nos ayude a fortalecer
nuestra fe en la entrega de cada día
- José cuida el
misterio, ese no sé qué que embellece a las personas por dentro. Tiene ganas de
hacer algo en la Iglesia. Tarea intercesora. ¿Cómo recrear nuestro propio
misterio? ¿Cómo cuidar el misterio de Dios en las personas? Al servicio de un
fuego que no es bueno que se apague. Pidamos a Dios que aumente en nosotros el
fuego de la caridad y no se apague nunca.
- Peregrino de la fe,
desprotegido, viviendo a la intemperie, va aprendiendo, unas veces poco a poco,
y otras golpe a golpe, a recorrer los caminos nuevos de Dios. Pidamos
por intercesión de San José que estemos disponibles a recorrer los nuevos caminos
de Dios.
- José es «custodio» porque sabe escuchar a Dios, se
deja guiar por su voluntad, y precisamente por eso es más sensible aún a las
personas que se le han confiado, sabe cómo leer con realismo los
acontecimientos, está atento a lo que le rodea, y sabe tomar las decisiones más
sensatas" (Papa Francisco). Recemos un Padre Nuestro en
comunidad por la Iglesia y por todos los que estamos al servicio de ella.
ORACIÓN
FINAL
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Oración a San José:
“Dios
Todopoderoso, que confiaste los primeros misterios de la salvación de los
hombres a la fiel custodia de San José, haz que por su intercesión la Iglesia
los conserve fielmente y los lleve a plenitud en su misión salvadora.
Concédenos
también que te sirvamos con un corazón puro como San José, que se entregó por
entero a servir a tu Hijo nacido de la Virgen María”.
(Enviado por Hnas de la Cdad "San José"- Jujuy)