Ambientación:
Colocar en el centro una imagen de la Inmaculada , hacer un círculo entorno a Ella para
que sea factible el diálogo mirándola a María.
Materiales:
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Imagen de Ma. Inmaculada
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una espiga
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rosas rojas
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una cartulina blanca
·
un corazón
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estampas de María
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Cancionero
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Texto Lc 1,30-38
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Pbras de Sta Teresita de
Lisieux
SALUDO A MARÍA: En
este día te queremos saludar con el saludo del Ángel Gabriel: “Alégrate llena
de gracias, el Señor está contigo, bendita tú entre las mujeres...”. Y queremos
balbucear como hijos tuyos unas felicitaciones de amor y cariño.
CANTO: Canto de María
Yo canto al Señor
porque es Grande,
me alegro en el Dios
que me salva,
feliz me dirán las naciones,
porque en mí descansó su mirada.
Unidos a todos los pueblos,
cantamos al Dios que nos salva.
El hizo en mí obras grandes,
su amor es más fuerte
que el tiempo
triunfó sobre el mal de este mundo,
derriba a los hombres soberbios.
No quiere el poder de unos pocos,
del polvo a los pobres levanta,
dio pan a los hombres hambrientos,
dejando a los ricos sin nada.
Libera a todos los hombres,
cumpliendo la eterna promesa,
que hizo a favor de su pueblo,
los pueblo de toda la tierra.
1. PRESENTAMOS A MARÍA EL ROSTRO DE NUESTRO MUNDO
(Se presentan los símbolos mientras se lee la reflexión y al
final se canta el estribillo de un canto).
Una
espiga: María ¡Cuánto deseo de unidad en el corazón
de los pueblos! Por ser la familia de los hijos de Dios, espigas de ese trigal común,
llamado humanidad, destinada a hornearse con el fuego del amor del Padre y
formar entre todos el pan único y partido. Pero junto a éstos bellos deseos
¡Cuántas barreras, cuántas fronteras, cuánta tensión, divisiones y luchas...
Canto:
“Quiero ser como tu María, quiero ser cómo Tu”
(Bis).
Rosas
rojas: Con ellas Madre queremos denunciar todas
las gotas de sangre y sudores injustos, seres humanos oprimidos, niños con
hambre, jóvenes sin futuro, misioneros sin vidas, pueblos golpeados por la
mafia, la droga, poder y la riqueza de unos pocos... Te queremos repetir Madre
esas palabras tuyas: “derriba del trono a los poderosos y enaltece a los
humildes”
(Se pide que los participantes
expresen pedido sobre necesidades del mundo).
Una cartulina blanca: María contemplé un
paisaje nevado, blanquísimo que me recordó tu pureza. Estaba como recién salido
de las manos del Creador porque no había llegado hasta allí ningún ser humano.
¡Cuánto lo manchamos todo, Madre! Los bosques, los ríos, los prados, los
pueblos y ciudades, los cielos y hasta....... nuestra conciencia. Con ésta
cartulina blanca queremos mostrar el deseo de todos los aquí presente de formar
un frente común en pró de la pureza, de la limpieza..... Ser amantes de todo lo
bello, de todo lo noble, de todo lo bueno, de todo lo justo.
Canto: Quiero
ser cómo tú María, quiero ser cómo Tú” (Bis)
Un
corazón: Cómo anda nuestro corazón? ........ En
silencio respondemos a ésta pregunta...... Te presentamos María éste corazón simbolizando
con él nuestro deseo de formar todos, éste mismo momento, un corazón grande y
limpio semejante al tuyo. Un corazón que sea amplio y abierto como las arenas
de las playas del mar… María, Madre nuestra, danos un corazón tan bello, tan
puro, tan grande, tan lleno de amor y humildad que podamos recibir a Jesús tal
cómo vos lo hiciste y salgamos corriendo a dárselo a los otros.
Canto:”Quiero
ser cómo tu María, quiero se cómo Tú” (Bis)
2.
ESCUCHAMOS LA PALABRA :
Lc. 1,30-38
Palabras
de Santa Teresita: “Meditando tu vida, tal cómo la describe
el evangelio, yo me atrevo a mirarte y hasta acercarme a Ti”.
3.
DESPEDIDA: Volvemos
a la vida diaria. Todo sigue igual; pero nosotros nos hemos transformado, algo
ha cambiado dentro de nosotros. Ha llegado la Palabra a nuestro corazón.
. . Una presencia se ha hecho fuerte en nosotros, la presencia de María, la Madre pura. Es el momento de
pensar y compartir nuestro compromiso.... Tomamos una estampa y escribimos en ella aquello que queremos vivir
de ahora en adelante, luego lo compartimos con todos.
4. CANTO
FINAL
Bendita
sea tu pureza
Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios
Se recrea en tan graciosa belleza. A Ti celestial princesa,
Virgen sagrada María, yo te ofrezco en este día, alma vida y
Corazón. Mírame con
compasión, no me dejes Madre mía.